Escribe: Andrea Zegarra-Ballón
Foto: Maria Fernanda Pérez
Formas orgánicas, moleculares, células que pueden provenir de cualquier ser vivo; agua, vegetal, invertebrado o humano, hay algo que nos une y conecta con nuestro interior, nuestra sangre como forma primordial de conocernos, unirnos de una manera sensorial y efectiva.
Foto: Maria Fernanda Pérez
Las obras de Hosefa respiran por si solas. Ella vuelve a lo básico, al principio; influenciada por el arte aborigen, primitivo y lo que proviene de la tierra.
Formas orgánicas, moleculares, células que pueden provenir de cualquier ser vivo; agua, vegetal, invertebrado o humano, hay algo que nos une y conecta con nuestro interior, nuestra sangre como forma primordial de conocernos, unirnos de una manera sensorial y efectiva.
Ella confronta estos elementos microscópicos, cósmicos y textuales con el espectador para evocar una energía de identificación inconsciente con un todo.
Sus obras encierran un interés por lo femenino, MUJER, la energía creativa y vital que esta posee.
Performance perteneciente a la muestra Soluciones singulares a problemas colectivos (2012) |
Inmersa en el mundo mágico de la creación y de la locura como medios para poder expresarse con libertad, honestidad y sin pretensiones, Hosefa pinta lo que siente, no cree en el tema estructurado y es que en el arte todo camino creativo es válido, cuenta que no existe “el manual del artista”, ella crea sus propios rituales entregándose y abriendo caminos en sus obras como una manera de extraer sus más intimas esencias.
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